Buñuelos de Naranja con Crema de Praliné

Una receta es mucho más que una simple presentación. A veces lleva una pequeña historia detrás; otras veces lleva muchas más. En estos buñuelos se unen varias, que os voy a contar. Siempre escuchamos que la cocina es sentimiento, y cada vez vivo más convencida de ello.

Los ingredientes de estos buñuelos vienen de muy atrás. Cuando mi hijo mediano nació. Aurelia era una paciente de la clínica donde trabajaba. Recuerdo, desde recepción, el día que llegó por primera vez. Rota de dolor, con un corset que le abarcaba toda su espalda y muy cansada de vivir así.

Cuando el doctor empezó con ella el tratamiento, el primero, salió sonriendo  con el corset en la mano. Confió en la Quiropráctica totalmente, y mejoró cada día y esa era la mayor alegría para mí de estar ahí: ver cómo muchas personas llegaban, con su vida muy limitada, tristes, medicadas, y a las pocas semanas, la expresión de sus caras cambiaba; recobraban el brillo en sus ojos, de ir acompañadas por sus familiares, de la cama al tratamiento, y del tratamiento a la cama, ya me comentaban que iban a darse un paseo. Era genial, era lo más grande de estar en esa recepción, el trato con la gente, el factor humano.

A mí me gustaba salir del mostrador, y sentarme con ellos en la sala de espera. Hablábamos de cómo estaban, de sus sueños, de sus vidas, y yo fui muy feliz, por todo lo que muchos pacientes compartieron de sus vidas conmigo.

Y yo con ellos, pues viví allí mis embarazos, y siempre, siempre, me preguntaban por mis hijos. Ya os podéis imaginar para una madre lo que esto significa.

Pues bien, un día Aurelia me propuso venir a casa a hacer buñuelos. La costura se le daba de maravilla y me dijo que le había hecho unas cositas a mi bebé. Estaban siendo meses muy duros. Laurent tenía cólicos, y apenas dormíamos. Era un ciclo constante: mamaba llorando, porque tenía hambre, y cuando empezaba la digestión ya no paraba el llanto. Se dormía agotado, en brazos todo el tiempo, se retorcía de dolor, y cuando por fin se dormía, lo despertaba el hambre y otra vez a empezar.

Literalmente le dábamos la vuelta al reloj. Además mi hijo mayor era de no parar un minuto. Se despertaba y saltando en las camas pedía el desayuno y preguntaba que cuándo nos íbamos a jugar al fútbol.  Yo, la verdad, lo único que quería era poder dormir, aunque fuera una hora seguida. Pero ella estaba tan ilusionada, tan agradecida por todo, que allá que fuimos con los buñuelos.

Me decía, mientras que preparaba la masa, que con los buñuelos vería qué leche más buena iba a tener para mi bebé, era un cielo de persona. Pues nos pusimos lindos de buñuelos y me guardé la receta en mi cuaderno por orden alfabético…

Por otro lado Reme aportó su receta para el evento de Cuaresma y me envió una foto de la buñuelera. Así que allá que me fui a buscarla y la encontré. Y sumado a todo esto, me compro un libro de cocina francesa en español, todo dulces de bocado y recetas originales de preparaciones muy antiguas, y enseguida lo estrené preparando Praliné. Por fin encontraba cómo prepararlo en casa.

Pero hay más. Mi hijo mayor estudia muchos días con un compañero de clase: Charly. Un chico que me gustaría que viérais lo buena gente y cariñoso que es. Cuando entra en casa, va a buscarme, a darme dos besos. Es altísimo, se da en las lámparas, el pobre, y yo me tengo que poner de puntillas para llegar a su cara. Desde aquí, quiero felicitar a sus padres, tienen un hijo excepcional.

Pues bien, tiene en su campo naranjas, ecológicas, buenísimas, y cada vez que viene a estudiar, nos ha estado trayendo una bolsa. Así que estos buñuelos tenían que llevar naranjas de Charly, no podía ser de otra manera.

Así que por todo ello, estos buñuelos tenían que llegar y quedarse aquí, para que todos los podáis preparar, con el mismo cariño que Aurelia los preparó para nosotros.

Eternamente gracias Aurelia, por enseñarme que el amor de una madre irradia a todas las madres del mundo.

Ingredientes Aurelia:

• 1 vaso de agua
• 40 ml de aceite de girasol
• 4 huevos
• 1 vaso de harina
• 1 pellizco de sal

Ella hizo lo siguiente: puso el aceite y el agua, con la sal, a hervir. Cuando hirvió, añadió la harina de golpe, removiendo rápido para integrar bien todo. Luego fue añadiendo los huevos, uno a uno. Los fue friendo en la sartén y después de escurrirlos bien de aceite, los rebozó en azúcar.

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Estos son sus buñuelos, que salen riquísimos así, pero yo quería añadir las naranjas de Charly, así que aquí os dejo la mía:

Buñuelos de Naranja con Crema de Praliné

Ingredientes para preparar Buñuelos de Naranja con Crema de Praliné

Ingredientes Buñuelos:

• 1 vaso de zumo de naranja
• 40 gr de mantequilla
• 1 vaso de harina
• Ralladura de una naranja
• 50 gr de azúcar
• 4 huevos
• Aceite de Oliva suave para freír
• 1 pellizco de sal
• Azúcar para decorar

Ingredientes Praliné:

• 180 gr de avellanas tostadas
• 30 gr de miel Mil Flores
• 275 gr de chocolate con leche especial repostería
• 50 gr de chocolate negro con 70 % de cacao
• 150 ml de leche

Cómo preparar Buñuelos de Naranja con Crema de Praliné

Vamos a calentar el zumo de naranja con la mantequilla y la sal hasta que empiece a hervir. Retiramos del fuego y añadimos la harina de golpe.

Es mejor rallar primero la naranja y luego exprimir su jugo.

Iremos añadiendo los huevos, de uno en uno.

Y añadimos la ralladura y mezclamos bien. Dejamos reposar media hora. Y ya tenemos la masa lista para introducirla en la buñuelera. Y también iremos calentando el aceite en una sartén.

Iremos friendo y dejando escurrir bien de aceite cada buñuelo en papel absorbente. Y los vamos rebozando en azúcar.

Elaboración Praliné de Avellanas:

Si las hemos comprado sin tostar, tostaremos las avellanas sin piel en el horno. Trituraremos hasta molerlas. Por otro lado calentaremos en un cazo la leche, los chocolates y la miel. Mezclamos con las avellanas molidas y cuando enfríe a la nevera. Se conserva bien una semana, si es que llega y todavía queda…

Y poco más, ya tenemos este bocado dulce, con un intenso sabor a naranja sana, con una crema de avellanas que a cucharadas, ya sola, es un placer. Os dejo con los pasos de degustación, el último os lo podéis imaginar…

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                                                                                 Hasta la próxima receta 😀 

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                                                                                                        Inma 💖