Guisado de Costillas de Cerdo

Hoy tenemos el Guisado de Costillas de Cerdo de mi madre. Una receta muy familiar que desde siempre nos ha encantado. Le he añadido un pequeño toque personal, pero en esencia, es el mismo.

Me gusta, en la medida de lo posible, tener la comida de mediodía pensada y organizada tempranito, cuando los niños ya están en el cole. Pero este día la tenía pensada pero nada organizada.

Y es que hay días que sales a hacer un recado y al final te lías toda la mañana. Así que con la hora pegadísima a que todos volvieran del cole, me puse con este guisado. La verdad es que no pensaba publicarla, porque la idea de hacerla con tantas prisas me hizo pensar que no saldría nada especial. Pero aquí está, porque no os podéis imaginar qué Guisado de Costillas de Cerdo. Riquísimo, y muy recomendable.

Y os cuento cositas que rodean a esta receta. La carne, de las mejores costillas que he traído de la carnicería. Prácticamente sin grasa y con bastante carne. Se deshacían cuando las serví de lo tierna que estaba la carne. El pimentón de la Vera de mi amiga Alicia, que no quiero que se acabe nunca, porque es el mejor que he probado.

¿Qué hace que una comida quede tan rica, y en tan poco tiempo? Pues sin duda, los ingredientes y la buena voluntad de la cocinera :))

Guisado de Costillas de Cerdo

Ingredientes para preparar Guisado de Costillas de Cerdo

• 500 gr de costillas de cerdo
• 1 zanahoria
• 2 patatas grandes
• 1/2 pimiento verde (opcional)
• 1 cebolla (opcional)
• 1 hoja de laurel
• 4 cdas soperas de aceite de oliva
• 1 cda de postre de mejorana
• Una cda sopera de tomate deshidratado o un tomate natural sin piel ni pepitas
• 1 cda de postre de pimentón de la Vera
• 3 dientes de ajo
• 1 cebolla (opcional)
• 1/ vaso de vino blanco
• 4 cdas soperas de AOVE
• Sal de Bretaña

Elaboración del Guisado de Costillas de Cerdo

En una sartén con el aceite, vamos a poner a dorar las costillas, con un poquito de sal. Mientras pelamos las patatas y la zanahoria. Las patatas las partiremos en forma «chasquido». Esto consiste en ir introduciendo el cuchillo en ella y no llegar a cortar del todo. Presionar un poco con el cuchillo para que la patata termine de partirse por ella misma. Esto nos aporta espesura en el caldo. Una vez partidas, pondremos a cocer en dos vasos de agua mineral con un poco de sal.

Volvemos a las costillas (Solo tenía media hora para preparar esta rica comida). Le iremos dando vuelta para que no se quemen y cuando empiecen a dorarse, añadiremos los ajos enteros, las zanahoria partida en rodajitas y los trocitos de pimiento. En casa el pimiento y la cebolla no han conseguido aceptación. Por ello he puesto «opcional» en estos dos ingredientes, pero le van de maravilla. En esta ocasión no le puse cebolla, porque no les gusta, no tenía tiempo y mucho menos ganas de llorar.

Añadiremos una cucharada de tomate deshidratado y el vino. Una vez que se evapore el vino, añadiremos el laurel, el pimentón de la Vera y uniremos el sofrito a las patatas que ya deben estar hirviendo.

Lo ideal es hacerlo en una olla a presión. Yo lo hice en la Chef. En ambos casos coceremos a presión quince minutos. Y ya lo tenemos listo para servir. Tengo que deciros que en los platos no quedó caldo y esa es la mejor señal de que un guisado ha triunfado. Y mientras se cocía el guisado, puse la mesa, y mientras que se lavaban las manos para comer, hice las fotos finales. No me digáis que no me he sido eficaz :))