Alcachofas Aromatizadas

Hoy tenemos un bocado exquisito: Alcachofas Aromatizadas. Unas alcachofas naturales primero cocidas al vapor y luego a la plancha, acompañadas de una mayonesa de ajo muy especial.

Esta receta es un paso más. Un paso hacia delante que nunca hubiera preparado sin la estimada ayuda de mi amigo Antxon. Así que antes de empezar, os dejo el enlace a su blog, Muslo y Pechuga, pues él ha sido toda mi inspiración y sin su guía, paso a paso, y con toda su paciencia, no estaríamos disfrutando de ella.

Fue una mañana, temprano, que después de saludarnos por estos mundos virtuales, comenzamos una conversación sobre alcachofas. Mi primera idea era hacer un arroz con ellas, un Arroz con Costillas de Cerdo y Alcachofas, y lo hice, pero en casa todavía les cuesta ese sabor amargo, y eran demasiadas. Así que me fue explicando paso a paso, yo le enviaba una imagen, él me iba guiando, daba otro paso, otra imagen, otro impulso, y así hasta terminar. Ya el aliño salió de mí, aunque la Mayonesa con Ajo y Anchoa también es suya, pues me gustó tanto cuando la preparé para los Lomos de Bonito…

Mi madre siempre las preparaba cocidas en agua, sal y limón y luego un buen chorreón de Aceite de Oliva, porque cuando éramos pequeños el vinagre no nos gustaba ni olerlo.

Y a continuación comparto con todos vosotros esta forma, dando las gracias a Antxon, porque disfruté muchísimo preparándolas. Claro que, con maestros así, como para no disfrutar cocinando.

Alcachofas Aromatizadas

Ingredientes para preparar Alcachofas Aromatizadas

Para cocerlas:

• 4 alcachofas
• 2 semillas de cardamomo
• 1 rodaja de limón
• 1 cucharada de café de sal

Para el aliño:

• AOVE (Aceite de Oliva Virgen Extra) aromatizado con Vainilla.
• Perejil picado

Para acompañar:

• Mayonesa con Ajo, Perejil  y Anchoas (de Antxon).
• Mayonesa Especial (mi versión).

Elaboración de Alcachofas Aromatizadas

Aconsejo preparar primero la Mayonesa con Ajo y Anchoas y guardarla en la nevera mientras manejamos las alcachofas. Para ello preparamos los ingredientes, lo batimos de abajo hacia arriba con el brazo de la batidora y reservamos al frío.

Ahora vamos a las alcachofas. Vamos a quitar las hojas del tallo con cuidado, sin separar el tallo de ellas, e iremos quitando hojas externas y pelando el tallo con un cuchillo con punta. Tenemos que llegar a la parte tierna, donde las hojas empiezan a ser más tiernas y claritas.

Y las partiremos en dos. Pero para que no se oxiden, porque de arreglar una a otra pasarán unos minutos decisivos, tendremos la cacerola donde las vamos a cocer con un fondo de agua, sal, una rodaja de limón partida en dos y las semillas de cardamomo. Y ahí, en ese agua, iremos volcando cada trozo, hasta terminar con la última.

Y nos vamos a detener aquí un segundo, porque la imagen que Antxon me envió de vuelta es toda una clase magistral.

En el punto 1, esa hoja sobra porque es todavía de las duras. En el punto 2 hay que quitar un poquito más de la carne que une el corazón de la alcachofa con el tallo. Y en el punto 3 y muy importante también, hay que raspar con la punta de un cuchillo los pelitos del centro porque amargan.

Bien, ya están todas listas para cocer. Las pondremos sobre la base con agujeritos de la vaporera y pondremos al fuego. Tardarán sobre unos quince minutos, pero mejor comprobar con la punta de un cuchillo.

Dejamos escurrir bien. En una sartén con gotitas de aceite salteamos, hasta que suelten toda el agua y se tuesten ligeramente.

Uyyyy, qué emoción llegado este punto. Porque veréis, hacía unos días me habían regalado una botella de cristal, pequeña, de AOVE, una edición limitada y que, por cierto, también Antxon me ayudó a decidir con qué aromatizarla…Pues bien, le introduje una vaina de Vainilla, abierta y partida en varios trocitos. Cada día la abría, respiraba su aroma y ¡Cada día olía mejor!

Así que con todo ya listo, vamos a montar el plato.

Pondremos las piezas de alcachofa en un plato, una cucharada de la mayonesa y por encima de las alcachofas un chorreoncito de ese AOVE, que lo podéis hacer en casa, pues es facilísimo, ya veis, tan fácil como poner el aceite en una botella de cristal e introducir una vaina de vainilla, partida en trocitos. La naturaleza y la paciencia harán el resto.

Pues aquí termina la historia de estas alcachofas que querían salir de la monotonía ese día, como la autora de este plato intenta cada día de su vida.

Antxon…sin palabras…

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                                                                             Hasta la próxima receta 😀 

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                                                                                                  Inma 💖