Ensalada de Frijoles
Hoy tenemos una Ensalada de Frijoles. Todo vino a raíz del día de las Legumbres. Y es que no tengo medida. Me pasa lo mismo que con la pasta, siempre hago de más. Pero es que cuando los iba a dejar en remojo veía los frijoles tan pequeñitos, que pensaba que iban a faltar.
Cuando por la mañana miré el recipiente donde los había dejado durante la noche, sumergidos en agua, me sonreí. Otra vez, me había pasado otra vez. Y os voy a contar algo, con toda la sinceridad. Cuando me paso cociendo pasta, no me preocupa, porque sé que le voy a dar salida enseguida. Simplemente con Salmón Marinado al Eneldo, ya queda riquísima.
Pero ay, ay, ay, los frijoles. En casa dicen que eran súper feos, y que no querían saber nada de ellos. Así que ahí estaban, todos para mí…Pensé en congelarlos, pero pensé que la textura no quedaría bien después. Así que a inventar. Pues los primeros los utilicé para el Guacamole con Frijoles, pero quedaban para dar y tomar.
Y al día siguiente del Guacamole, celebrábamos el cumple de mi hermana y el de Inés, así que decidí que solo una buena dosis de creatividad podía seducir a mis comensales. No a todos, los niños seguían en que esas bolas negras no las probarían. Pero quizá los demás se animarían…
Y así fue, y nos encantó. La verdad es que me esmeré todo lo que pude en la presentación, porque si no, sabía yo que iba a costar darles salida. Fue divertido. Porque en un bol quedó una buena parte de la ensalada y yo no paraba de ofrecer un poco más. Mi madre, la pobre, le hice repetir tres veces, pero ya me pidieron clemencia, pues había tarta y querían poder llegar a ella.
El comentario de mi padre también fue gracioso, cuando vio su plato: «Qué cosas se comen en esta casa, nunca había visto algo así». Pero él nunca protesta. Mis padres vivieron la posguerra, pasaron por esa época donde solo se comía una vez al día, y no se sabía cuándo se volvía a comer. Así que son de esa generación de que todo es un lujo, ante una mesa con comida.
Quizá me viene de ahí la casi obsesión de no tirar la comida. Aunque yo no haya vivido esa horrorosa época, ellos me inculcaron para agradecer y a veces, hacer el sacrificio de comer alimentos que, para nada eran apetecibles.
Uno de mis niños me sugería tirarlas, pero otro de mis niños le decía: «No lo hará». Vaya por delante que a mí me han encantado, y a mi hermana ni os cuento. Es cuestión de madurez el hecho de atreverse a ciertas cosas. Una madurez que implica voluntad. De niño entiendo que estas cosas cuestan, pero la paciencia, esa virtud de saber esperar la maduración del otro, va dando sus frutos. Así que puede que llegue el momento de que se atrevan con unos frijoles y con mucho más.
De hecho hemos avanzado muchísimo con alimentos que jamás imaginé que tocarían sus paladares, como por ejemplo, un sencillo brócoli. al vapor aliñado con aceite de oliva. El balance es más que positivo.
Preparé un secreto ibérico al horno y una buena fuente de judías verdes salteadas con mantequilla. Este fue el menú completo. Y al final, os enseño el pastel que preparé.
Ingredientes para la Ensalada:
- 100 gr de frijoles cocidos
- 2 endivias
- 12 tomates Cherry
- Mezcla de ahumados: atún, salmón y bacalao
- Cilantro picado
- AOVE
- 1 huevo cocido
- Las puntas de un manojo de espárragos
Elaboración para la presentación:
Tendremos los Frijoles cocidos y salteados. Cocinaremos las puntas de espárragos con la mantequilla y un poco de sal. Partiremos los tomates Cherry y los ahumados en trocitos. Coceremos el huevo en agua y sal durante diez minutos. Pelaremos y partiremos en cuatro partes.
Partiremos las endivias lavadas en dos. Vaciaremos su interior, dejando unidas tres o cuatro hojas, de tal forma que queden como barquitas. Rellenaremos con los frijoles, como una cucharada sopera en cada barca. Encima colocaremos un tomate Cherry abierto en cuatro, pero unido en la base. Sobre el tomate, apoyaremos una parte de huevo y encima de este una punta de espárrago.
Repartiremos el picado de ahumados, espolvorearemos con cilantro picado y aliñaremos con aceite de oliva.
Para la Ensalada:
En un bol pondremos el resto de los frijoles, los tomates Cherry partidos por la mitad, la parte que le retiramos a las endivias, picadita, el resto de puntas de espárragos y el picado de ahumados.Se aliñará en el momento de servir con aceite de oliva y cilantro picado.
Es ideal como entrante, y los niños que no estén todavía preparados para esta aventura, crecerán… Mientras, disfrutarán del pastel…
Y los demás, de ambas cosas.
Hasta pronto.
- 100 gr de frijoles cocidos
- 2 endivias
- 12 tomates Cherry
- Mezcla de ahumados: atún, salmón y bacalao
- Cilantro picado
- AOVE
- 1 huevo cocido
- Las puntas de un manojo de espárragos
- Tendremos los Frijoles cocidos y salteados. Cocinaremos las puntas de espárragos con la mantequilla y un poco de sal. Partiremos los tomates Cherry y los ahumados en trocitos. Coceremos el huevo en agua y sal durante diez minutos. Pelaremos y partiremos en cuatro partes.
- Partiremos las endivias lavadas en dos. Vaciaremos su interior, dejando unidas tres o cuatro hojas, de tal forma que queden como barquitas. Rellenaremos con los frijoles, como una cucharada sopera en cada barca. Encima colocaremos un tomate Cherry abierto en cuatro, pero unido en la base. Sobre el tomate, apoyaremos una parte de huevo y encima de este una punta de espárrago.
- Repartiremos el picado de ahumados, espolvorearemos con cilantro picado y aliñaremos con aceite de oliva.
¡¡Tiene una pinta fantástica!!
Y encima con frijoles negros, que son de mis favoritos. Aunque aquí en Granada me cuesta mucho encontrarlos. Pero por ejemplo, hago mucho una ensalada con alubias blancas y rabanitos, que está buenísima y te sirve como un plato único.
¡Besos!
Gracias 🙂
Yo tuve la suerte de que tuvimos una tienda en mi ciudad con productos de muchas partes del mundo.
Pero seguro que los encontrarás.
Y esa ensalada que cuentas, me gusta!!!
Un besito.
Que sano y rico plato para el verano 🙂 ¡me lo anoto!.
Besos.
Estupendo 🙂
Besos.