Hummus de Remolacha

Este mes para Juego de Blogueros tocaba remolacha. A mí me encanta y cuanto menos cocinada mejor. Así que tenemos un  Hummus de Remolacha súper rico y súper saludable.

El Hummus es un plato muy preciado en Oriente Medio. El ingrediente más identificativo son los garbanzos, pero la verdad es que hay muchas variaciones de la receta original y que, en mi opinión, aportan y enriquecen mucho esta deliciosa receta.

Esta es una de las versiones que preparo, que acompañado de un buen pan, es una delicia y un plato sano y nutritivo. En realidad sobre el Hummus no vamos a descubrir nada nuevo. Quizá en esta ocasión he elegido una receta un poco base porque el ingrediente elegido merecía, en mi opinión, una explicación más allá de su sabor o su textura; que todo sea dicho, a muy poca gente le gusta la remolacha.

Y es por ello que tengo especial interés en mostraros qué hace exactamente la remolacha cuando llega nuestro sistema digestivo. Después de esta información, estoy segura de que muchos de vosotros la vais a empezar a incluir en vuestra alimentación aunque sea tapando la nariz para no notar su sabor, que, por cierto, a mí me encanta…

Para empezar, decir que la remolacha es la fuente conocida más rica en trimetilglicina. La trimetilglicina es una donante de grupos metilenos; es decir, un radical químico formado por un carbón y tres hidrógenos. El organismo utiliza estos grupos metilenos en numerosas reacciones químicas como la metilación.

La metilación consiste en utilizar estos grupos metilenos para, por ejemplo, llegar a unas formas de ácido fólico útiles, quitar peligrosidad a la homocisteína con los riesgos vasculares que esta lleva, participar en la fabricación de neurotransmisores, serotonina, noradrenalina y dopamina.

Otra función, epigenética y muy favorable es la de metilar nuestro ADN, de tal forma que se expresen los genes buenos y se apaguen los genes malos.

Como última función destacable participa en la depuración de los sulfitos y sulfatos , que son unas moléculas neurotóxicas, que se encuentran en vinos, embutidos y extractos de cartílago de tiburón.

Traducido a un lenguaje más asequible o familiar, la remolacha ayuda al organismo a depurarse sin comprometer a nuestro hígado de forma agresiva. También se beneficia de su ingesta el estómago, porque la trimetilglicina ayuda a fabricar jugos gástricos, lo que favorece la digestión.

Fuente:  Doctor of Chiropractic Laurent Pineau.

La forma más saludable donde podemos obtener los beneficios de la remolacha es en licuado, porque no pierde sus propiedades. Aquí tenéis un estupendo Licuado de Remolacha que os lo beberéis de un trago, de lo rico que va a estar. Y desde luego, preparaos a poner vuestras cocinas perdidas, porque si algo tiene la remolacha, es manchar todo lo que toca, jijiji.

Otra forma de disfrutarla, siguiendo en la línea de consumirla cruda, es en Carpaccio.

Si con esta receta consigo que alguien que nunca ha probado la remolacha, lo haga, será el mejor premio para mí. Sin duda. Porque cuando sé que algo es bueno, lo quiero para todo el mundo.

Mis niños no quieren saber nada de su existencia, algo previsible. ¿Qué hago? La camuflo en las cremas de verdura y luego añado verduras que consigan tapar su color, como por ejemplo las espinacas. Y solo pongo una para que no noten un sabor muy diferente al que ellos está más acostumbrados en los purés que les hace su mami.

El objetivo es que lleguen a tomarla así, tal cual, en licuados o ensaladas. Por ello hay que ir de forma progresiva. Si les obligara a comerse un cuenco lleno de puré morado nunca más  la querrían ya probar. Y esto tiene mucho que ver con un término que muchos conoceréis: La Palatabilidad.

En edad preescolar, el niño se interesa por las características organolépticas de los alimentos (olor, sabor, textura). Prefiere unos y rechaza otros.
Una tarea importante de los padres será ofrecerles una alimentación variada. La aceptación a un alimento depende de la experiencia placentera en su ingesta.
Los alimentos más palatables son los más dulces y los grasos (chocolate, pasteles, golosinas, patatas fritas, snacks…)
Son alimentos poco saciantes y  llevan el riesgo de aumento de ingesta.

Así que para los padres, creo que os puede ir muy bien esta información:

Normas para establecer hábitos alimenticios correctos:

1. Ambiente alimentario positivo. Tranquilidad, sin prisa, sin excesivos estímulos
y afectividad expresada.
2. Imitación de hábitos. El niño come lo que ve de los adultos
3. Exposición de alimentos nuevos. Debido a su resistencia, se recomienda
ofrecerlos repetidamente, hasta conseguir su aceptación. Es una tarea que requiere
paciencia.
4. Respetar el poco apetito. El apetito en cada comida puede ser muy variable. Es
recomendable que el niño no se canse mucho antes de la comida.
5. Evitar ofrecer alimentos incorrectos.
6. Respetar horarios uniformes, para no alterar el ritmo del apetito y las
digestiones.
7. Nunca obligarle a comer. Que la comida sea un momento afectivo, si no quiere
más, dar por acabada la actividad.

Fuente: Alimentación e Higiene en Educación Infantil. UNIR.

La vida es un proceso, una oportunidad de desarrollo y evolución para el ser humano. Es pasito a pasito que se alcanzan los logros. Y con el gran soporte que da el amor, no faltará la paciencia para no perder de vista el objetivo: hacerles crecer y mostrarles el camino de la vida y de la verdad.

Y para los que ya no sois niños, pues tenéis algo a favor, que todavía siendo niños está por formar: La voluntad.

Con ella es con la que conseguimos comer cosas que no nos gustan tanto como otras y damos un buen ejemplo y nos cuidamos.

Hummus de Remolacha

Ingredientes para preparar Hummus de Remolacha

• 1 ajo pelado y sin el tallo central
• 1 cebolla tierna
• Un tomate pelado
• 1 calabacín
• Una cda de café de pimentón dulce
• 1 bulbo  grande de remolacha fresca
• Un bote pequeño de garbanzos cocidos
• 1 cda de azúcar
• El zumos de medio limón
• AOVE (Aceite de Oliva Virgen Extra)
• Sal
• Chalota seca picada
• Cebollino
• Comino molido

Elaboración del Hummus de Remolacha

Haremos un sofrito con el ajo (sin el tallo), la cebolla tierna, el tomate y el calabacín. Al final añadimos una cucharadita de pimentón (el de la Vera da más sabor).

Coceremos al vapor la remolacha, pelada y lavada. Yo lo hago en la Chef, en menú vapor, unos diez minutos.

Unimos el sofrito con los garbanzos, lavados con agua fría y bien escurridos.

Trituramos hasta obtener una crema. Lo ponemos en un recipiente que nos guste y por encima espolvoreamos un poquito de pimentón, cominos molidos, cebollino, echalotte, aceite de oliva y limón exprimido.

Si tenemos Thermomix, pondremos la cebolla, el ajo y el tomate natural dentro con un poquito de sal y aceite de oliva 15 minutos, velocidad 1 y medio , temperatura 70. Una vez finalizado añadimos una cucharadita de café de azúcar (para eliminar la acidez del tomate) y añadimos los garbanzos. Trituramos ya sin temperatura, 20 segundos a máxima velocidad.

Y si tenemos Chef 2000 o la New 3D, programaremos con el ajo, la cebolla, el tomate rallado y el calabacín en láminas, 10 minutos tapa abierta, luego 10 en cocción horno y después 5 minutos tapa abierta de nuevo, para que se evapore el agua de la mezcla. Y por otro lado coceremos la remolacha al vapor diez minutos.

 Bien, ahora, después de toda esta información, de ver las recetas de mis compis y la mía, ¿Quién va a probar la Remolacha?

Quiero ver muchas manos levantadas y que me contéis cómo ha ido la prueba :))

Aquí os dejo los enlaces a las recetas de todos los compis que participan este mes en #JuegodeBlogueros.

Rosamary: https://alacartemenus.wordpress.com/

Carlota: https://articuina.wordpress.com

Fran: https://cocinaryacomer.wordpress.com/

 

                                                                          Hasta la próxima receta 😀 

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                                                                                                 Inma 💖